Ahora que ya ha llegado el buen tiempo, ¿qué mejor forma de pasar el fin de semana que por el barrio de Triana, descubriendo sus rincones históricos y los barriles más fríos?
Iniciamos el recorrido por Triana cruzando el río Guadalquivir por el popular Puente de Triana. Está declarado Monumento Histórico Nacional desde 1976.
La Capillita del Carmen, conocida vulgarmente como “El Mechero” por su peculiar morfología, es uno de los símbolos del barrio de Triana. Fue construida ante la insistencia de los vecinos que reclamaban una capilla para albergar el cuadro de la Virgen del Carmen. Su realización, en ladrillo en limpio, se debió al arquitecto Aníbal González en 1924-28.
Plaza del Altozano es la plaza que está entrando en Triana nada más cruzar el puente; es posiblemente el lugar al que más cariño tienen los trianeros.
Detrás de la capillita del Carmen, se ubica el actual mercado de Triana, en cuyos bajos se encuentran los restos del Castillo de San Jorge. Este castillo fue sede de la Inquisición desde 1481, si bien su construcción inicial de época árabe, data de 1171. Afectado por el continuo abandono y sucesivas crecidas del Guadalquivir, en 1823 se instala en su solar el mercado, popularmente conocido como Plaza de Abastos.
A la derecha del Altozano, bordeando el mercado, se llega al Callejón de la Inquisición. Justo delante vemos el monumento al alfarero. Podremos adentrarnos por las calles Callao, Antillanos Campos o Alfarería, repletas de antiguas fábricas y talleres cerámicos donde pervive la mejor tradición artesana de Triana y también podremos visitar el Museo de la cerámica.
Finalmente, un alto en el camino para disfrutar de una cerveza bien fría en el bar Las Golondrinas, mítico bar de este emblemático barrio sevillano, donde además se pueden probar una de las tapas típicas: pajaritos fritos.
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